Un grupo de amigos participantes en la concentración de la Puerta del Sol decidieron retratar los motivos por los que tantas personas estaban participando en esta protesta. Para ello, abrieron un blog, Hay motivos, se situaron en la barandilla del metro que da a la calle Montera y cargados con folios y rotuladores fotografían a los que quieren participar con su mensaje, sus razones para el descontento. Éstos son algunos de los retratos que ya han subido a su web.
Esta tarde, a partir de las siete, volverán a retratar los porqué en el mismo lugar.






Carta de uno de los responsables del proyecto, Josevi Catalán Berriatúa
Haciendo recuento de las emociones vividas, de las palabras tristes que me han puesto el corazón en un puño o de las sonrisas valientes que lo han hecho latir acelerado, he decidido escoger algo que nos ocurrió ayer. Digo nos porquehttp://haymotivos.tumblr.com/ no soy yo, somos varios, sobre todo Javi Aznar, pero también Silvia, Charly, Laura o Jesús. Ayer un matrimonio nos pidió papel y rotulador para escribir su motivo de reivindicación, se lo dimos, redactaron su queja, les fotografiamos, intercambiamos unas palabras y cuando parecía que se despedían la mujer posó su mano derecha en el hombro derecho de su hijo mayor y su mano izquierda en el hombro izquierdo de su hijo menor; tomó aire, pareció pensar las palabras, y dijo: «¿Chicos, qué consejo le daríais a mis hijos?». Bajé la vista y me crucé con dos pares de ojos igual de azules, sin arrugas en su entorno, mirándome fíjamente, esperando una respuesta. Algo les dije y estoy seguro de que no fue mi mejor argumento, porque siempre la palabra definitiva y triunfal se te ocurre demasiado tarde, pero los chicos, de 9 y 7 años, escucharon atentos, repitieron en voz baja lo que les acababámos de decir Javi y yo, y nos dieron las gracias con una sonrisa tímida (y mellada, en el caso del menor). Vaya, que unos padres nos tomen como ejemplo para sus hijos, eso sí que es algo de lo que sentirse orgulloso. Y sospecho que la vida no te da muchas oportunidades para sacar pecho…
Casi al mismo nivel de este recuerdo guardaré a todos esos abuel@s que se nos acercaron para darnos las gracias, así, sin más, sin mediar palabra o, como mucho, «por ser valientes» o «por alegrarles el día». Sexagenarios por lo que fueron y niños por lo que serán (espero) dándole las gracias a unos cuantos jóvenes. Muchos dicen ya que todo esto no ha servido para nada, pero con el orgullo de haber hecho feliz a unos pocos a mí ya me compensa haber tomado la Puerta del Sol.
Pero no hay que conformarse. Porque si algo demuestra haymotivos.tumblr.com es que quedan muchísimas cosas que cambiar. Una mujer, rondaba ya las 40 primaveras, se hizo una foto con nosotros y al cabo me dijo que no podría verse en la web «porque unos problemas con su banco» le hicieron vender el ordenador «para tirar p’alante» y al ver mi gesto sombrío esgrimió su mejor sonrisa y me regaló una frase memorable: «pero no te preocupes, hijo, que estoy feliz porque ayer pude traerles a los acampados un paquete de galletas Príncipe y hoy, un poquito de fruta». Una mujer así se merece unos políticos que la defiendan de la rapiña de los bancos. Sé que con nuestra humilde iniciativa no lo vamos a conseguir, ni eso ni muchas de las cosas que reclama la gente, pero al menos quedarán las fotos para desmentir al que se atreva a afirmar que no hay motivos.
Por fin. Ya era ahora de que lajuventud reaccionara al abuso que el poder ejerce sobre el más débil. Ojalá esto siga y no se queden parados.
Está muy bien el movilizarse porque quiere decir que hay mucha gente que quiere cambiar las cosas, pero lo interesante es dar soluciones y entre tanta gente joven seguro que se puede generar una sociedad mas justa para la gran mayoría. Donde la justicia sea justa y no encierre a los jóvenes en las cárceles despues de haberles facilitado el acceso al consumo de drogas de cualquier tipo. Una sociedad hipócrita que tiene en sus cárceles a un gran número de jóvenes por delitos relacionados con el consumo de drogas. Una sociedad que se olvida de esa realidad. Jóvenes que dentro de las cárceles españolas tienen que recibir el dinero de sus familias si quieren llamar por teléfono a sus seres queridos, o tienen que comprarse una television del año la pera o el tdt y que solo les permiten comprar en la cárcel. En las cárceles españolas los jóvenes desde los 18 años se mueren de asco, esperando que pasen los meses en el mejor de los casos, cuando no los años. Porque en la justicia española el robo a un supermercado con empujón a la cajera se paga con tres años de cárcel.