Srebrenica pisa los talones a sus responsables

Tres presuntos implicados en la masacre de Srebrenica han sido detenidos en los últimos días y en tres rincones del mundo. El primero, Branko Popic, fue detenido y extraditado por Estados Unidos a Bosnia el 15 de enero. Popic, de 62 años, fue enviado en un vuelo comercial por la Oficina de Control de Aduanas e Inmigración de Estados Unidos (ICE ERO, por sus siglas en inglés). Durante las investigaciones para su potencial extradición, el juez concluyó que Popic sirvió en el Ejército de la República de Srpska desde 1992 a 1995, y más concretamente, en la Brigada Zvornik, que fue responsable de la Masacre de Srebrenica.

En un comunicado el director de la ICE ERO en Miami, Marc Moore, declara: «Esto es otro ejemplo de cómo la ICE no permite que los Estados Unidos sea un lugar seguro para aquellos que vienen a nuestro país para evitar una investigación o un castigo por crímenes cometidos contra otras personas». Y añade: «ICE usará las autoridades dedicadas a la inmigración para echar a los criminales y violadores de los derechos humanos de los Estados Unidos y devolvérselos a nuestros colegas de las fuerzas del orden de la ley para que se enfrenten a la justicia en sus países». Obviamente, ese «justicia en sus países» subraya la posición contraria de su país, Estados Unidos, a la Corte Penal Internacional o cualquier tribunal internacional ante el que tuviera, potencialmente, que rendir cuentas por los delitos que sus ciudadanos pudieran cometer en un país extranjero.

Apenas tres días más tarde, este martes, la policía israelí arrestaba a Aleksander Cvetkovic, 42 años, un soldado serbiobosnio implicado también en esta masacre según la petición de extradición del gobierno bosnio, como ha confirmado el Ministerio de Justicia. En 2006, Cvetkovic se mudó a Israel donde consiguió la ciudadanía porque su mujer, con la que tiene dos hijos, es judía. La Oficina del Fiscal bosnio dice que es «sospechoso de genocidio» por su participación directa en la ejecución de hombres y niños en la granja de Branjevo, cerca de Srebrenica. Según la documentación bosnia a la que ha tenido acceso la agencia Associated Press, Cvetkovic es sospechosos de haber pertenecido a un escuadrón de ocho hombres implicados en la ejecución de entre 1000 y 1200 bosnios musulmanes en la granja Branjevo. Las víctimas eran llevadas en autobuses hasta allí, donde los soldados los separaban en grupos de diez, con los ojos vendados y las manos amarradas. Después los ocho soldados les alineaban y les disparaban desde atrás. Después quemaban los documentos que llevaran consigo. Cuatro miembros de su batallón ya han sido condenados por genocidio en la Corte de Crímenes de Guerra de Bosnia.

Hemos hablado con su abogado, Vadim Shub, que insiste en que su defensa se basará en que Cvetkovic sólo era conductor de las Fuerzas Armadas, lo mismo que ya alegó ante el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY), y que fue aceptado, «motivo por el que Israel lo aceptó como ciudadano en 2006, junto a su esposa judía».»Su papel no fue el de un soldado, sino el de una persona dedicada a la logística, que no participó en crimen alguno, ni en 1995, ni antes ni después». Se agarra al hecho de que Israel no suele extraditar a personas denunciadas por genocidio, «así que el caso de mi defendido no debería ser una excepción». Y añade en lo que claramente parece una amenaza: «Esa extradición puede abrir la puerta a otras extradiciones, ¿verdad? Por ejemplo, de militares y funcionarios de Israel que también son acusados en varios países del mundo por participar, supuestamente, en crímenes contra la humanidad en los territorios palestinos. Los han denunciado asociaciones y movimientos pro palestinos. Ellos dicen que no hay pruebas, yo digo que tampoco las tienen los jueces bosnios en este caso. Repito: hay personas en Israel en una situación similar, muchas de ellas son además muy mayores, así que el caso de mi defendido debe ser revisado con mucho cuidado».

El portavoz del Ministerio de Exteriores del Gobierno israelí, Yigal Palmor, nos cuenta que si Cvetkovic es declarado culpable en Bosnia tendrá que ser extraditado, ya que no puede cumplir condena en Israel porque no era un ciudadano israelí en el momento en que se cometió la matanza, sino que logró el pasaporte 11 años más tarde. «La única excepción que se plantea el derecho israelí es que no extradita a nadie a un país en el que exista la pena de muerte», explica. Pero lo cierto es que el proceso puede llevar «años», porque el detenido puede alegar la decisión de extradición, si se da, al Supremo, y eso puede llevar 3 años de media.

Apenas unas horas antes, esta vez en Bosnia, era detenido Bozidar Kuvelja, de 39 años de edad, un antiguo oficial de policía serbobosnio sospechoso de ‘genocidio’ por participar ‘personal y directamente’ en en asesinato de «decenas de prisioneros bosnios» en la masacre.

Pero, ¿qué pasó realmente en la masacre de Sbrenica? Conocemos qué ocurrió, el impacto que sigue teniendo en las vidas de los familiares y conocidos de las víctimas, pero también en toda la región a través de un reportaje especial de tres capítulos en el que, a través de Mehmedalija Alice nos adentraremos en un genocidio que aún hoy sigue marcando la vida diaria de cientos de miles de personas. Srebrenica: Las fosas del terror, un reportaje de Bostjan Videmsek y Jure Erzen.