4.»Cuando él entraba yo ya sabía que me iba a pegar»

Cada día, una media de dos mujeres son asesinadas en Guatemala, el país con más feminicidios del mundo después de Rusia. Sólo en 2010, más de 800 mujeres perdieron la vida, muchas de ellas tras ser torturadas, sus cuerpos mutilados y desmembrados…  Unas cifras apenas aproximativas pues muchas de las desaparecidas nunca son halladas. A las matadas por hombres que tuvieron alguna relación emocional con la víctima, hay que añadir los cometidos por el crimen organizado, las mafias de narcotráfico y las pandillas como forma de sembrar el terror y controlar a la población.

En el mismo año, más de 4000 mujeres denunciaron haber sido víctimas de una violación. La violencia sexual amenaza a las mujeres desde su nacimiento sólo por el hecho de ser mujeres. Pueden ser acosadas, abusadas, violadas, humilladas y agredidas por sus padres, hermanos, padrastros y otros familiares, por un vecino o un jefe… Pero socialmente siguen siendo las sospechosas, siguen cargando con el estigma social y la vergüenza cuando denuncian una violación, por lo que muchas simplemente esperan que los agresores se cansen de pegarles, se olviden de ellas y no las maten como les ha ocurrido a vecinas y conocidas de su entorno, como cuenta en este capítulo Virginia Tum.

Virginia Tum en su casa narrando cómo su marido primero y ahora su hijo mayor la maltratan física y psicológicamente (Javier Bauluz)

Manuela Tum es su hermana, también guatemalteca e indígena. Madre soltera y trabajadora del Centro de Integración Familiar de Rabinal, un pueblo situado en el municipio de Baja Verapaz,  y una de las zonas más castigadas durante la Guerra Civil que asoló este país durante 36 años. A través del trabajo de Manuela de apoyo a las comunidades, especialmente a las mujeres que son el pilar económico de las comunidades,, conocemos el constante estado de amenaza que vive un alto porcentaje de las mujeres en Guatemala: las violaciones masivas y organizadas que sufrieron durante el conflicto, la violencia machista, los abusos a las menores y la discriminación por género, etnia y pobreza.

Bruna Pérez, superviviente de la matanza de Río Negro, Guatemala (Javier Bauluz)
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