La causa de Garzón convierte a miles de ciudadanos en ciberactivistas

A menudo los medios de comunicación olvidamos que la mayoría de los habitantes de un país no viven en la capital de éste, sino en  pueblos y pequeñas ciudades repartidas en provincias alejadas de es micropaís en el que se convierten las capitales. Hasta ahora, cuando alguien estaba realmente comprometido con una causa  y quería mostrar su postura en una gran manifestación pública tenía que pedir el día libre en el trabajo, hacer muchos kilómetros de viaje y llegar a un lugar de encuentro donde por fin podía sentir que su libertad de expresión era recogida por algún periodista.

Normalmente, sólo las huelgas generales eran valoradas a nivel nacional. Esto cambió con la guerra de Irak y el famoso pásalo a través del teléfono móvil. Desde entonces han pasado seis años y las grandes demostraciones de desacuerdo, las grandes masas de personas haciéndose oir ya no se sienten sólo identificados cuando ve una gran manifestación pública en Madrid, Buenos Aires, México D.C., por ejemplo, con la que comparten una preocupación. Las grandes y pequeñas causas han encontrado un gran alíado en las redes sociales y es ahí donde se están librando a nivel individual y organizados en grupos.

El desacuerdo por las causas abiertas contra el Juez Baltasar Garzón es un buen ejemplo de ello. El martes, se celebraron dos importantes actos en apoyo a este juez y a la investigación de los crímenes del franquismo. El primero, organizado por los sindicatos Comisiones Obreras y UGT,  tuvo lugar por la mañana en la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid. Una sala abarrotada por más de mil personas, en las que participaron, además de los secretarios generales de los dos sindicatos más importantes de España, representantes de las Madres de Mayo de Argentina, políticos, intelectuales, estudiantes y ciudadanos.

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=U67RXc-5XkI[/youtube]

El segundo, organizado por la Asociación de Memoria Histórica de España y por la fundación del mundo de las artes Contamíname, en la Facultad de Relaciones Laborales donde reconocidos actores, cantantes y escritores, inauguraron un encierro, como nos contó Olga Rodríguez, que se mantendrá hasta el día 22 de este mes, cuando está previsto que el Consejo General del Poder Judicial se pronuncie sobre la inhabilitación de Garzón.

Un grupo de reputados juristas y defensores de derechos humanos ha creado un grupo de trabajo «a raíz del contexto de potencial amenaza a la vigencia del Derecho internacional que está viviendo España, y el atentado contra los derechos de las víctimas de la Guerra Civil y el franquismo de acceder a una justicia largamente esperada». El objetivo del grupo de «es lograr la vigencia de la legalidad internacional y el respeto de los derechos humanos en España y en el ámbito internacional». Su primera acción ha sido la de crear una web para  «proporcionar recursos legales e información sistematizada sobre el caso contra el Magistrado-Juez Garzón, y de sus implicaciones más allá de su persona».

A todo esto hay que sumar la marea de personalidades, intelectuales y políticos que han hecho pública su opinión a través de los medios de comunicación, así como los editoriales nacionales e internacionales que medios muy prestigiosos han publicado para denunciar esta situación.

Pero más allá de Madrid, e incluso, más allá de España, miles de ciudadanos llevan más de dos meses manifestando sus opiniones diariamente a través de Facebook, Twitter y otras páginas creadas con este fin.

• En Facebook, son más de cuarenta los grupos en apoyo del juez. El más numeroso, que cuenta con más de cien mil miembros, es el de «Un millón de firmas para apoyo del Juez Garzón». El segundo, «Manifiesto por la Justicia de Garzón», que reúne a más de 16.000 personas, representa a un texto que tiene su propio sitio web y que han suscrito más de 4.500 personas.

El Manifiesto comienza así: «El juez Baltasar Garzón ha ejercido una justicia de forma continuada y valiente durante veinte años en la Audiencia Nacional, comprometida con la defensa de los derechos humanos en España y en el mundo contra dictadores, terroristas, corruptos y enemigos de la democracia».

Entre los comentarios de los firmantes –arquitectos, albañiles, marineros, catedráticos, actores, organizaciones sociales, parados, amas de casa, y procedentes de numerosos países–, encontramos los siguientes:

Carlos Seller Soler, enfermero: «Que podamos escribir en libertad y sin miedo este tipo de comentarios es gracias a personas que creen en la democracia y en los derechos humanos como el juez Garzón. Los fascistas de este país no pueden mantener oculta durante más tiempo una parte de nuestra historia»

Julia Peláez, administrativa: «Si mis abuelos paternos levantaran la cabeza se volvían a morir. Presos en la cárcel de Jaén 6 años (1937 / 1943) y sus hijos (mi padre y su hermana) viviendo de la caridad por luchar contra el franquismo. Y casi 73 años después vuelven a juzgar a otro jienense por luchar contra… Si mis abuelos levantaran la cabeza diría a por ellos Sr. Garzón»

José Manuel de la Cruz, funcionario de la Comisión Europea: «Causa verdadera vergüenza y más viviendo fuera de España que el juez Garzón se pueda ver apartado de la carrera judicial por la querella de dos organizaciones de la ultraderecha española y que el juez Varela, muy preocupado por la justicia de las formas se olvide del fondo, reproduciendo así la injusticia que se cometió con las víctimas de la represión franquista.

Concha Rodriguez de la Calle: «Creo que a veces ha demostrado una enorme prepotencia, pero fundamentalmente, creo que es un hombre valiente que por encima de algunos de sus defectos, siempre se ha posicionado a favor de la JUSTICIA con mayúsculas».

Manuel Ortega: «Soy un currante de la construcción y apoyo al SR.Garzon y a cualquier persona honesta, valiente y responsable de este pais».

• Otra de las iniciativas que se han llevado a cabo en la red social ha sido la de cambiar la foto de perfil por una del Juez. No hay herramientas para verificar el número, aunque si se entra en alguno de los grupos mencionados, se puede ver que son muchas las persona que aparecen ahora ante sus amigos con la imagen del juez.
• Twitter, el miércoles el hash tag (palabra que permite identificar a todos los mensajes bajo un tema) más escrito en España fue #apoyoagarzon según el contador Twicker.net.

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• Ayer, numerosos blogs publicaron a las diez de la mañana un post en apoyo de Garzón.

El grupo unomasuna ha compuesto una canción en apoyo al juez que en dos días y que ha sido reproducida más de 12.000 veces en youtube en tan sólo dos días.
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=_Y796aK1qcw[/youtube]

A estos grupos habría que sumar uno de los factores característicos de este proceso: haber movilizado a distintas causas bajo un mismo paragüas. Las asociaciones de Memoria Histórica que piden la investigación de los crímenes del franquismo, organizaciones de derechos humanos que defienden, además de hacer justicia con las víctimas del franquismo, la jurisdicción universal que Garzón ha representado hasta ahora, juristas que piden la reforma del acceso a la carrera judicial. Y como ellos, miles de ciudadanos.

El próximo día 22, el día que está previsto que el Consejo General del Poder Judicial se pronuncie sobre la inhabilitación de Garzón, está convocada una manifestación en apoyo al juez en Madrid y en la mayoría de las capitales de provincia de España. Esta convocatoria también cuenta con su grupo en Facebook y tiene más de 13.000 miembros. Sin embargo, es más que probable que muchos de ellos no puedan asistir y que entiendan que participando en ese grupo se están manifestando de alguna forma. Por muy numerosas que sean estas concentraciones no alcanzarán las cifras que ha conseguido aglutinar las redes sociales. Muchas de estas personas, hasta ahora, no tenían las herramientas para movilizarse. Pero es aquí donde, con nombres y apellidos, han encontrado la fórmula más eficaz, accesible y cómoda para ejercer su derecho a la libertad de expresión, así como para organizarse con gente que piensan como ellos. Miles de ciudadanos se han convertido en ciberactivistas de una forma espontánea y natural. Han encontrado altavoces y los están utilizando.