El teléfono suena a menudo y la puerta de la sede de la Asociación para la prevención, reinserción y atención a la mujer prostituida (APRAMP), se abre y cierra a menudo durante los días que hemos visitado la sede avilesina de la organización. Un tablero recoge fotocopias con las ofertas de empleo publicadas en la prensa y unos cuantos letreros anuncian los próximos cursos de formación que impartirá. Sus dos trabajadoras reciben con energía y un tono alegre a las mujeres que se acercan buscando información, asesoría legal, psicológica…. se saben sus nombres y se percibe confianza en el trato.
APRAMP atiende a mujeres en situación de prostitución o que lo han estado en el pasado, así como a víctimas de trata. Visitan regularmente los clubs, pisos y a los puntos callejereos donde hay prostitución, repartiendo preservativos, información sobre la organización y sobre las Unidades para Infecciones de Transmisión Sexual que en Asturias atienden a todas las personas que se acerquen sin necesidad de identificarse. Eso, y su trabajo en la sede, les permite tejer una red de confianza con las mujeres que, en algunos casos, fueron prostituidas por redes de trata.
Conversamos con ellas en su sede, completando una las respuestas de la otra, un equipo compacto y al que respetan con seriedad y agradecimiento las mujeres que hemos entrevistado que han tenido contacto con ellas. Mantenemos el anonimato de su identidad por razones de seguridad. Su trabajo de denuncia y acompañamiento a las víctimas de explotación y trata, así como el posicionamiento abolicionista de la asociación, las pone en una situación comprometida ante las tratas y los propietarios de algunos clubs, como les advirtió una vez la Policía. «Ellos saben perfectamente quiénes sois y dónde estáis».
Periodismo Humano. Son muchas las formas y las vías por las que una mujer puede ser captada por una red de trata. ¿Cuáles son las principales con las que vosotras os habéis encontrado?
APRAMP. Es muy interesante diferenciar eso porque en los protocolos y en el Plan de lucha de la trata se reconoce que aprovecharse de la vulnerabilidad de la situación de la gente es una vía para la trata. Y las propias mujeres muchas veces lo desconocen. Por ello, cuando les preguntas si han sido coaccionadas o amenazadas te dicen «no, si yo sabía perfectamente a lo que venía». Sí, sabían que venían a ejercer la prostitución pero no sabían en las condiciones, en la forma… Y eso es una forma de trata también.
También influye la situación de aislamiento. En el país de origen te explican unas condiciones de trabajo pero cuando llegas aquí –estamos hablando de kilómetros y kilómetros–, te metes en un sitio cerrado y no sabes cómo salir de ahí, cuál es tu situación administrativa, si puedes ir a la Policía… No sabes si las chicas que están contigo son compañeras o competencia. El aislamiento que tienen cuando llegan aquí es uno de los puntos que se aprovechan las redes porque a quién recurres, a quién avisas: no tienes amigos, familia, no sabes cómo funcionan los gobiernos.
Hay que tener en cuenta que en el continente africano todo funciona con dinero bajo la mesa, extorsiones, amenazas… Si no sabes cómo funciona el gobierno de España pues se aprovechan de ese desconocimiento… Cuando vamos a los clubs es una forma de romper ese aislamiento, informarles, que conozcan sus derechos… romper con la incomunicación con la que juegan las redes.
P. En nuestro imaginario las redes aparecen como estructuras muy organizadas y complejas. Sin embargo, os encontráis con otras redes.
A . El Protocolo también recoge que para que haya una red de trata tiene que haber tres o más personas que se dediquen a la captación, al traslado… Pero muchas veces nos encontramos con que son la propia familia o el entorno social. Una o dos personas pueden hacer todo el proceso a través de amenazas, saben que tiene hijos, su familia, utilizan budú…
También está el miedo al rechazo, mujeres que tienen miedo a que les cuenten a sus familias a qué se han dedicado en España porque a menudo montan una mentira sobre el origen del dinero que les envían. También hay veces que es la propia familia la que presiona sin sabe los riesgos que corren en la prostitución en la calle, donde hay mujeres que nos cuentan que cada dos por tres les pegan una paliza. Y de Europa del Este nos estamos encontrando con que a veces son sus propias parejas las que las fuerzan a prostituirse con la amenaza de no dejarles ver a sus hijos. Por eso, cuando nosotras les decimos que la legislación le puede ayudar, que le ofrece recursos para salir adelante… pero en Rumanía los hijos sólo llevan el apellido paterno con lo cual todo se complica para reclamar a sus descendientes. Hay chicas que nos han dicho que tenían que enviar 300 euros semanales a su pareja, ejerciendo la prostitución de calle (donde los servicios pueden ir entre los 20 euros y los cinco por una felación).
La prostitución de calle antes la ejercían principalmente mujeres españolas con problemas de dependencia de drogas y personas sin hogar incluso. Desde hace dos años, empezaron a llegar las jóvenes rumanas y ya son ocho en Avilés, se conocen por que son de la misma zona.
P. Conversando con prostitutas se quejan de que las rumanas acceden a mantener relaciones sin condón aduciendo que se llevan más clientes, una circunstancia que aumentan enormemente los riesgos cuando empezaba a normalizarse que la mayoría impusiera el uso del condón.
A. El consumidor demanda sexo sin condón, ofrece más dinero y cuando una persona está ahí por necesidad económica, que es la mayor parte de los casos, y sabes que si tú no lo haces lo hará otra, pues lo haces. Acabas haciendo cualquier cosa. Estamos detectando embarazos no deseados, infecciones y, como consecuencia, miedo a hacerse pruebas…
No sólo es que demanden y paguen más por hacerlo sin condón, es que hay chicas que cuentan que es bastante habitual que durante el acto sexual algunos hombres rompan el preservativo para eyacular dentro. De hecho procuran no hacer ciertas posturas para poder ver lo que el cliente hace o lo sujetan con la mano para evitar que lo quiten. Es más, nosotras que recomendamos y repartimos preservativos femeninos porque tiene ciertas ventajas como que recubren parte exterior del contacto… nos han dicho que hay hombres que lo apartan para penetrarlas sin protección y ellas no darse cuentan.
P. Y no estamos hablando que sean sólo los mayores los que pagan más por sexo sin protección, sino cada vez más jóvenes.A. Es que lo de que las despedidas de solteros acaben en un club está a la orden del día, hay muchos chicos jóvenes y ya no tienen el reparo de esconderse. Y no son personas mal parecidas, sino que se trata de que yo pago y hago lo que me da la gana.
En España la prostitución es alegal con lo cual esto es una hipocresía en la que todo el mundo mira para otro lado y en la educación lo mismo. Nos llamaron de un instituto para un programa contra la violencia de género, Ni ogros ni princesas [guía educativa en pdf] porque habían detectado que chicos de catorce y de quince años tenían el tema acudir a los prostíbulos muy normalizado. Es que muchos padres siguen llevando a sus hijos a desvirgarlos a los clubs. Y nos decían que si esas mujeres estaban en la calle era porque les daba la gana. Cuando les decíamos lo que veíamos en los clubs, claro, no lo sabían.
Lo que molesta es lo que se ve, la prostitución de calle. Pero tenemos que sensibilizar a la gente de que la explotación sexual existe, de que la trata existe y de que España es uno de los principales países de tránsito y destino de las víctimas de trata.
Lo que no entiendo es cómo la sociedad puede ver a las chicas que están en la calle, de veinte años, congeladas de frío, saliendo y entrando en coches con desconocidos y que puedan pensar que están ahí porque quieren, «ganando dinero fácil mientras nosotros estamos fregando escaleras». Que estamos hablando de servicios de 20 euros. Porque siempre que hacemos actividades de sensibilización sale el tema de la prostitución de lujo. Pero vamos a ver, cuando yo voy a clubs, a la calle jamás me he encontrado prostitución de lujo. Cuando vamos a pisos que en la prensa se venden como de lujo, te encuentras que está mejor pintado, que hay velas más guapas… Pero son las mismas chicas, que duermene igualmente hacinadas en una habitación… Pero lo que no puede ser es que para que exista esa supuestamente de lujo, se admita que la gran mayoría pase por estas situaciones.
P. Y ¿cómo es posible que la formación en este sentido no forme parte de la educación de los menores?
A. Habría que empezar desde muy pequeños pese a que parece que a la gente le asuste que les expliquemos a los niños lo que vemos cuando lo están viendo en la carretera, en la sección de contactos de los periódicos, en la calle. Hay que explicarles lo que hay detrás, cuáles son sus países de origen, en qué situación se encuentran… Y trabajar coordinadamente con los profesores, las familias. Y que el gobierno se implicara y trabajar por la igualdad de oportunidades porque las mujeres en situación de precaridad lo que nos queda es la prostitución y es porque no hay una realidad igualitaria.
P. Las víctimas de trata trabajan en espacios de prostitución, siguiendo el mismo esquema de ‘hacer plazas’. ¿En qué consiste?
S. Funciona por el interés del proxeneta porque como estamos hablando de carne humana… Lo que le interesa es renovar la carne porque, claro, los clientes quieren ver nuevas. Es la forma de referirse a que cambian de club a los 21 días, lo que también favorece el aislamiento y el desarraigo del que hablamos antes. Si no estableces vínculos con la ciudad, ni conoces a vecinos, no vas a recurrir a los servicios sociales, ni a saber cómo funcionan… Y cada comunidad autónoma funciona de manera diferente, aquí tenemos las clínicas de Infecciones de Transmisión Sexual (ITS), donde pueden acudir sin papeles ni tienen que dar nombre, pero no en todas existen.
P.APRAMP va a los sitios donde hay prostitución, reparte condones e información sobre prevención y dónde pueden acudir para revisiones médicas o a vuestras oficinas para recibir formación o asistencia jurídica… ¿Por qué utilizáis esta fórmula para acercaros a ellas?
P. La mayoría de las chicas pasan mucho tiempo en los clubs o en los pisos, trabajando, comiendo, durmiendo… Allí tienen ordenadores a través de los cuales se conectan con sus familias… Estar en ese mundo genera apatía, desgana… Cuando entramos allí y nos presentamos como una organización dirigida a mujeres en contextos de prostitución, les resulta chocante la primera vez porque les damos preservativos gratis cuando en el club les cobran tres euros por sábana y un condón. Les explicamos lo importante que es el empadronamiento para el tema del arraigo social, que se pueden hacer revisiones gratuitas en las clínicas de ITS… Y así, al volver mensualmente, vamos generando una confianza. A partir de las dudas que le van surgiendo, vienen al centro y podemos hablar más tranquilamente.
El trabajo de APRAMP es global: sanitario, psicológico, formativo, laboral…. porque con una persona que está en un club tienes que empezar a trabajar las propias rutinas de horarios, cómo se solventan los temas burocráticos, dónde hay que ir, cómo hay que hacerlo, trabajar la autoestima, cursos de formación… qué poner a la hora de hacer un currículum. Cuesta mucho reconstruir sus vidas a nivel moral y de autoestima, son procesos de mucho tiempo, de años.
Cuando sale el debate de la prostitución y la legalización, somos muy liberales. Pero a la hora de la verdad estas mujeres son discrimiadas, estigmatizadas, señaladas… Tiene que ser muy duro que después de una década de haber abandonado la prostitución, por ejemplo, no puedan hablar de ello, tengan que vivir en una mentira por temor a ser rechazadas. De hecho hay mujeres que no buscan otro empleo porque piensan que no saben hacer otra cosa porque se tienen que trasladarse porque hay casos de clientes que se les siguen acercando y les pellizcan el trasero o un pezón, porque entienden que son mujeres públicas.
Es muy difícil también en el caso de los transexuales, porque con ellos la discrimiación es a todos los niveles, no se les da trabajo. La sociedad sigue ahí con el dedo intentando machacar a la gente todo lo que puede, pese a que quiera salir y buscarse la vida de otra manera.
Y en el caso de las víctimas de trata, hay quien piensa que cuando siguen en la prostitución una vez que han pagado la deuda,lo hace libremente. Es un círculo donde cnvergenmuchas cosas y de donde es muy difícil salir. Te acostumbras a ganar un dinero rápido -que no fácil- para enviar a la familia… Estas aislado, sin relaciones sociales más allá de la prostitución, ni siquiera familiares porque muchas veces no se lo cuentan por vergüenta. Y también por el consumo de drogas, bien para aguantar la noche, para sobrellevar estar con gente que no conozco, por exigencia de los clientes o de los proxenetas….
P. La exposición a riesgos es tal que las violaciones son comúnes pero difícilmente las podrían denunciar.
A. Claro, es otra forma de demostrar la situación de vulnerabilidad en la que están porque se entiende que es normal ya que se están vendiendo. Es otra forma de que sigan siendo explotadas, en lugar de protegerlas más, de no juzgarlas y escucharlas. Es muy habitual porque normalmente antes de hacer el servicio se pacta, pero luego no se cumple. Nos hemos encontrado con una joven con un desgarro vaginal tremendo pero a la que no dejaban salir del club para ir al médio y tenía que seguir manteniendo relaciones con una hemorragia.
P. Y en el ámbito de la trata, ¿cómo entráis en contacto con ellas?
A. Es muy complicado que ellas mismas se reconozcan como tal porque a veces se escudan en que sabían a lo que venían. Pero a lo mejor no sabían en las condiciones en las que iba a estar, que esa deuda se iba a incrementar tanto, que iban a estar controladas a todas horas… Cuesta explicárselo porque algunas lo ven como un favor, como que esa persona, la tratante, la ayudó a venir… Luego está el problema de la seguridad en el país de origen así que es complicado que den el paso de denunciar. Por eso estamos empezando a trabajar en cooperación en los países de origen, para ver cómo es la salida, si vuelven allí cómo serán apoyadas por la legislación y con qué recursos, si podrían retornar y asegurarles un proyecto de vida con seguridad.
Hace poco se hizo en Paraguay un anuncio ofreciendo un trabajo falso y en 15 días, se recibieron 1.800 llamadas y quienes llamaron escucharon una grabación que adviertieron sobre que podría ser una trampa para captar personas para la trata. Se estudió cómo había personas que aceptaban una oferta aunque les dijesen que les dirían qué iban a hacer una vez que llegaran al país de origen.
La Secretaría de la Mujer de la Presidencia de la República emitió después documentales y cuñas radiofónicas advirtiendo de esta lacra como parte de la campaña.
P. Lejos de la imagen extendida de mujeres abatidas, las víctimas de la trata suelen ser personas que han sobrevivido a obstáculos y peligros a lo largo de su vida. ¿Cómo y en qué condiciones suelen llegar a vosotras?
A. No suelen ser mujeres que pidan auxilio. Es a lo largo del tiempo y con una relación de confianza, cuando vamos detectando indicios. Tienen que concienciarse de la situación en la que están, explicarles qué es la trata, que sepan que hay recursos y que estamos para ayudarles. Hemos conocido a mujeres que estándo en redes de trata no han querido hacer nada porque llevaban ocho años y estaban terminando de pagar su deuda. Y hay que respetarlo y ayudarla en lo que ella necesite. Y si quiere colaborar con la Policía para denunciar a la red, pues decirle que va a tener un piso, apoyo jurídico, psicológico, ayuda para volver a su país, se valora las condiciones de seguridad en que podría volver…. que podría conseguir un permiso de residencia y trabajo…
P. Pero para conseguir esa protección tienen que denunciar.
A. Por algo hay que empezar. Sí que hay todavía muchas sillas cojas, pero es que hasta hace poco ni se hablaba de prostitución ni trata. El protocolo recoge que aunque no denuncien tienen derecho a protección pero en realidad, hasta las que colaboran, luego tiene que demostrarse y si no se consigue, esa mujer vuelve a estar desprotegida. Por eso es importante no crearle falsas expectativas.
P. ¿Cada cuánto tiempo suele ir la Policía a los clubs?
A. En Asturias bastante a menudo. Van a hacer redadas para ver si hay personas en situación administrativa irregular. El protocolo establece que hay que hacer una serie de preguntas como que si no tienen documentación por qué no la tienen (por si se la ha quitado la red, como suele pasar)…. Pero estamos hablando de una entrevista muy ambiciosa que se realiza en el mismo lugar donde puede estar el explotador. Es también complicado porque los dueños de estos establecimientos lo tienen bien montado y suelen tener chivatazos de cuando va a haber una redada, por lo que las personas que están en una situación complicada no estarán allí.
P. Y estar sin papeles, en situación irregular administrativa, ¿cómo les afecta?
A. Es otra manera de control social, el tener miedo a salir a la calle, el no hacer gestiones por no compartir datos con la Policía… Es una forma de mantener el círculo de aislamiento, ‘no me van a contratar’, ‘tengo que explicar que me tienen que hacer un contrato por un año para conseguir papeles y cuando me pregunten por mi experiencia qué les digo, ¿que estuve en un club?’… Es el colmo de la vulnerabilidad. Contra una ley no vamos a poder hacer nada nis las ONG por mucho que luchen. Son muros que va in crescendo: no les puedes ofrecer inserción en el mercado laboral pero tienen que tener ingresos, pagar un alquiler, la manutención, enviar dinero a su país de origen…
P. Y ¿cómo os enfrentáis al nuevo escenario que deja la reforma sanitaria, sin acceso a la sanidad a estas personas?
A. Primero con mucha incertidumbre, una cosa es la legislación y otra las que nos encontramos cuando vamos a los centros. Pero es que es un problema de salud pública porque son mujeres que es´tan manteniendo relaciones sexuales con muchas personas distintas y, como estamos viendo, sin protección. Ya que no luchas por la situación de esas personas, que se den cuenta de que es un tema de salud pública, que afecta a toda la ciudadanía y que es muy peligroso.
Lo que nos da bastante miedo es qué van a hacer estas personas, porque si no tienen dinero y quieren abortar, por ejemplo, van a hacer cualquier burrada…. Y si tienen que sacar el dinero de un trabajo que no existe porque es economía sumergida…. El gobierno va a ser un poco cómplice de esta explotación.
P. APRAMP defiende el abolicionismo de la prostitución. ¿Por qué?
A. Pensamos que para trabajar hay que tener un objetivo claro y luchar por algo. La realidad del día a día de las mujeres que vienen por aquí es que nos dicen «quiero encontrar un trabajo normal». Para las propias mujeres no es un trabajo, sino algo provisional porque tienen una necesidad económica. Y cuando preguntamos, ninguna lo querría para su hija, por ejemplo. Además, partiendo de que en los años 90 eran mujeres españolas y que al ir consiguiendo derechos, no se han quedado en la prostitución sino que se han ido incorporando al mercado laboral normalizado, pues lo tenemos muy claro.